La catedral de Ávila se proyecta como templo y fortaleza, siendo su ábside, conocido como cimorro y entestado en la muralla, el cubo más robusto del lienzo oriental.
Considerada la primera catedral gótica de España, se erige sobre los restos de un primitivo edificio dedicado a El Salvador, siendo en el año 1172 cuando Alfonso VIII decide la ampliación de la fábrica anterior, encargando los trabajos al maestro de obras francés Fruchel. Éste será el encargado de comenzar la consolidación del actual edificio, en estilo románico de transición al gótico, interviniendo en la realización del ábside o cimorro, construido en granito “caleño” sangrante, de la girola (que conserva los primitivos ventanales románicos), del primer cuerpo del crucero y del cimiento de los muros en piedra “caleña”.
Cimorro. Se integra en la muralla y está fortificado.
La catedral desde las almenas de la muralla.
La torre que no aparece (derecha) está mocha y rematada con ladrillo por falta de medios en su día.
Puerta Occidental. Superposición de estilos. Esta puerta no es la original, la cual, por capricho de un Obispo, se recolocó como puerta norte.
Personajes postmedievales: 1: "Gob".
2: "Magob".
Vista general de la fachada occidental de la catedral. Véase el remate de la torre mocha de la derecha.
Puerta Norte. Portada de los apóstoles. Esta puerta era la original que estaba en la parte occidental.
Portada de los Apóstoles. Tuvo que ser empotrada, lo cual afectó a las tallas de los extremos.
Sepulcro de Esteban Domingo al frente.
Nave principal. Trascoro.
Pasos de Semana Santa.
Pila bautismal.
Trascoro.
Trascoro renacentista, obra de Juan Rodríguez y de Lucas Giraldo.
Adoración de los Reyes.
Órgano barroco.
Entrada a la girola.
Retablo S.XV. Escuela castellana.
Impresionante bóveda.
El coro es una pieza renacentista organizada en dos órdenes de asientos y trabajada en madera de nogal.
Retablo del Altar Mayor de la Catedral de Ávila,
una de las obras maestras de la pintura abulense,
iniciado por el pintor palentino Pedro
Berruguete en 1499.
Detalle.
Girola. Sepulcro de "El Tostado". Obispo Alonso de Madrigal.
Girola.
Retablo de San Miguel en la capilla de la Asunción.
Portada hispano-flamenca en la capilla de S. Juan Bautista.
Acceso a la torre.
Armariolo de la antesacristía.
Cubierta sobre ménsulas de la Capilla del Sagrario
Detalle de la bóveda sobre trompas y de la escena del Descendimiento
Pequeño museo en la antigua librería.
Cristo s. XII. Anónimo.
Antigua librería del Cabildo.
Claustro.
Desde el claustro. Torre del Evangelio sobresaliendo por detrás.
Las cuevas del Águila son una maravilla geológica de la Sierra de Gredos en término municipal de Arenas de San Pedro. Es de "obligada" visita.
Tengo a mis espaldas muchas visitas a cuevas pero ésta me dejó absolutamente maravillado por la gran variedad y cantidad de espeleotemas de distintos tamaños y colores dada la riqueza en minerales que posee. Es una cueva viva, ya que hay muchas filtraciones de agua que continúan su proceso de formación. Tiene una temperatura muy agradable, sobre los 17 grados centígrados y una humedad ambiental muy elevada por lo que su ambiente resulta de lo más placentero tanto en invierno como en verano. Esa fue una de las razones de su descubrimiento, ya que unos chavales, el día 24 de diciembre de 1963, en pleno invierno, observaron que desde un agujero salía vapor debido al contraste de temperatura con el exterior. Se adentraron por una gatera de no más de 60 cm. y estuvieron perdidos durante cinco horas hasta que encontraron la salida. Tuvo que ser una aventura inquietante pero a la vez fascinante ante tamaño prodigio de la naturaleza.
El cerro de la cueva está compuesto mayoritariamente por roca dolomía, que es un carbonato de calcio rico en magnesio. Los tonos rojizos son debidos a varios óxidos de hierro.
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Punto de partida a las cuevas. Aparcamiento del Restaurante Asador Cuevas del Águila.
La Sierra de Gredos lucía esplendorosa.
Entrada - salida de las cuevas.
El trayecto por el interior de la cueva se encuentra muy bien acondicionado y acotado. Es muy seguro.
Estalactitas, estalagmitas y columnas por doquier.
Coladas espeleotémicas.
Columnas, algunas de las cuales presentan roturas debido a que el suelo cedió unos centímetros hace millones de años.
Las distintas coloraciones de los espeleotemas son debidas a los distintos minerales mezclados.
Banderas, que simulan cortinas.
Estalactitas y banderas.
Coladas..
Fascinante columna.
Muchas estalactitas. Las más pequeñas llamadas macarrones.
Un espectáculo para la vista.
Coraloides en el borde de las charcas. "Perlas".
Uno no sabe ya por dónde afotar.
Pliegues que simulan telas colgadas.(Banderas). y más estalactitas.
Todo tipo de espeleotemas. Un derroche.
Columna rota que sigue regenerando estalactitas.
Los tonos rojizos son debidos al contenido de óxido de hierro procedente de las arcillas del techo.
